De Washington a Bruselas, pasando por Berlín, los países occidentales muestran su preocupación por la condena a muerte a Mohamed Mursi y otro centenar de miembros de los Hermanos Musulmanes.
La pena capital contra el derrocado presidente islamista egipcio debe ser confirmada el próximo 2 de junio, después de que la máxima autoridad religiosa del país dé su opinión.
Estados Unidos ha expresado su “profunda preocupación”. Para el presidente del Parlamento europeo es algo “malo para
la justicia y malo para Egipto”.
“La última vez fueron 20 años. La comunidad internacional guardó silencio y ahora la condena es la pena de muerte y es lo que me esperaba. Debemos poner a la comunidad internacional ante su responsabilidad: si elige ser parte de la conspiración contra la revolución en Egipto, en contra de la vía democrática, o si apoyará recuperar la democracia en Egipto, porque si se ejecutan estos veredictos será el final del camino democrático en Egipto”, ha declarado Amr Narrag, líd