Además del desfile militar, Rusia ha querido homenajear a los caídos en la II Guerra Mundial con una multitudinaria marcha por el centro de Moscú.
Cientos de miles personas salieron a la calle con fotografías de los familiares que lucharon en la contienda.
“Sufrimos todas las adversidades y dificultades, y hubo muchas. Pero ganamos, reconstruimos nuestro Estado y trajimos orden al país. Lo que vino después es otra cuestión. ¿Cómo no podría estar feliz?”, decía el veterano Ivan Baranov.
“Para un veterano lo que más duele es el olvido. Estoy jubilado y tengo 86 años. Me jubilé hace año y medio. Cuando no recibes ninguna llamada desde hace tiempo de antiguos compañeros soldados ni de la empresa para la que trabajabas es cuando empiezas a sufrir”, añadía el excombatiente Stanislav Petrak.
El llamado “destacamento inmortal” concluyó su marcha en la Plaza Roja. En cabeza iba el presidente ruso Vladímir Putin, que llevaba en su mano el retrato de su padre, herido cuando el Ejército ro