Mientras, en Bruselas, el nuevo equipo negociador heleno es presionado para establecer un plan de reformas concretas que permitan desbloquear fondos de rescate con los que pagar a sus acreedores.
Esta vez han sido los trabajadores de la oficina de impuestos contratados recientemente quienes han salido a la calle. Reclaman el mismo sueldo que sus compañeros.
“Los Gobiernos habían prometido darnos dinero extra por todo el trabajo que intentamos hacer. Lamentablemente, son solo palabras”.
Yanis Varufakis no ha querido comentar el incidente que vivió en la noche del martes. El ministro de economía griego había contado en un comunicado cómo, mientras cenaba con su esposa y un amigo en un restaurante de un barrio de Atenas frecuentado por anarquistas, un grupo de estos les dijeron que se fueran y comenzaron a lanzarles objetos de cristal.
Según Varufakis, su esposa se interpuso entre él y los agresores para protegerle. Le esperaron a la salida, habló quince minutos con ellos, como se