Manifestaciones, pero pacíficas esta vez, en Baltimore. Miles de personas desfilaron ayer por las calles de la ciudad estadounidense para pedir justicia y una reforma de la Policía. El estado de emergencia decretado el lunes, tras la explosión de disturbios con transfondo racial, no ha reducido la tensión, pero sí los actos de violencia.
3000 efectivos de las fuerza del orden vigilan la aplicación del toque de queda hoy por segunda noche consecutiva. Los partidos de béisbol tuvieron que jugarse sin público en Baltimore por la falta de agentes, volcados en mantener la seguridad en las calles, como señala el Gobernador de Maryland.
Larry Hogan, Gobernador de Maryland:
“ Todas las personas con las que he hablado nos han dado las gracias. Nos agradecen haber movilizado a la Guardia Nacional, nos dan las gracias por traer a la policía estatal, gracias por devolver el orden a nuestra ciudad. Si lo recuerda, el lunes por la noche la ciudad estaba en llamas, con coches explotando, con sa