Desbordados, así dicen estar en el sur de Italia con la incesante llegada de inmigrantes en los últimos días. Más de ocho mil quinientos desde el pasado viernes y la cifra no para de aumentar.
El buen tiempo les estaría animando a huir de países como Libia o Somalia. Una travesía dura en la que al menos novecientas personas han perdido la vida en lo que va de año. Muertes y nacimientos, como el de este niño que lo hacía en plena travesía.
Las organizaciones humanitarias claman por una solución mientras los italianos dicen haber sobrepasado ya todos los límites.
“Estamos pidiendo al Gobierno que nos ayude con la llegada de inmigrantes, no porque seamos racistas, sino porque no tenemos ni las instalaciones ni los medios para ayudar a toda la gente que viene aquí”, decía una mujer.
“Lo siento por toda esta pobre gente. Ellos vienen de sus países que están en guerra, pero creo que nuestro pueblo no puede acogerles. Vivo en Corigliano y no tengo trabajo desde hace dos años. Me veré
