El nuevo metro en Kunming, China, finalmente abrió sus puertas el pasado miércoles. Los vagones son hermosos y elegantes.
Errr... ¿es eso lo que estoy pensado?
Es limpio y amplio.
No es tan solo amplio, también confortable, tanto que la gente ya se siente como en casa. Desafortunadamente no es la primera vez que un caso como estos ocurre. Los nuevos viajeros están tan acostumbrados a lo "inesperado" que no les importa mucho.
El metro representa nuestra ciudad, necesitamos educar a las personas, no avergonzarlos. Debemos ayudarlos.
Eso esta bien, ¿pero el acto de orinar en el tren?
Orinar en el tren hace que la gente no desee comer dentro de los vagones, entonces podemos decir que no es descabellado que la gente lo haga.
Por lo que parece, si se desea adaptarse al estilo de vida chino, la clave es "Tolerancia".