Un par de adolescentes de St Petersburg, Florida, quedaron sin palabras después de encontrar a un bebé en la parte trasera del auto que acababan de robar.
Los adolescentes vieron una Toyota Highlander sin seguro y nadie adentro, sus propietarios estaban moviendo muebles en una iglesia. Los jóvenes deciden robar el auto, se sentían como ladrones profesionales, pero uno de ellos se dio cuenta de que tenían compañía adicional en el asiento trasero, era la hija del propietario, de 10 meses de edad.
No queriendo añadir secuestro a su ya largo historial criminal, deciden dejarla en la puerta de una casa cercana. Los vecinos se dieron cuenta y llamaron a la policía, la niña se reunió minutos después con sus padres.
Los adolescentes más tarde abandonaron el automóvil al otro lado de la ciudad, y fue encontrado 5 horas después. La policía todavía esta en proceso de identificar y localizar a los ladrones.