Han pasado cuatro años, pero por desgracia, Joseph Blatter, y sus complices de la FIFA están de vuelta como el cáncer. Esta vez la desafortunada víctima de la FIFA, también conocido como país de acogida, es Brasil, que ha gastado más de USD$11 mil millones para organizar el Mundial de 2014.
Brasil también permitió a la FIFA evitar el pago de impuestos por una suma cercana a los USD$250 millones, pero eso no era suficiente. En 2003, Brasil prohibió la venta de alcohol en el estadio, debido al hecho de que estaba dando lugar a demasiadas muertes de aficionados durante los partidos. Pero como Budweiser es una gran patrocinador de la FIFA, Brasil introdujo y aprobó la Ley de Budweiser para permitir la venta de alcohol en los estadios durante la Copa Mundial.
El estadio en Manaos, con un costo de USD$250 millones, se encuentra en una zona tan remota, que los materiales de construcción fueron enviados por el Río Amazonas y será un un enorme elefante blanco, que sólo alojara cuatro partidos.
No es de extrañar que los brasileños han estado protestando desde hace meses. FIFA hace todo el dinero y Brasil pagara la cera brasileña más cara de la historia.