Una secretaria de un parlamentario suizo ha sido suspendida después de que se supo que había twitteado selfies de desnudos tomadas en su oficina.
La empleada no identificada se informa, tomó las fotos en el recinto donde los legisladores y burócratas del gobierno por igual se encuentran, y las publicó en Twitter para sus más de 11.000 seguidores.
Preocupada de que las fotos puedan ser vistos por sus colegas, en declaraciones a un periódico local tras conocer la noticia el pasado miércoles, ella afirmo que pretendía que las imágenes se mantuvieran privadas y que sentía que no violo las directrices para los empleados federales.
Sus colegas seguro piensan que ella ha demostrado ser un valioso activo (o por lo menos tener un par de ellos), y sin duda deben sentirse decepcionado por la noticia de su suspensión.
