Los biólogos creen que las plantas, como todas las demás formas de vida, se originaron en los mares primigenios, pero son escasos los fósiles de vegetales ancestrales; los más antiguos que se conocen corresponden a huellas de algas que vivieron hace más de 3,000 millones de años. A partir de estas formas primitivas se fueron desarrollando, a través del tiempo, todas las plantas que conocemos. Sin embargo, transcurrió mucho tiempo antes de que las plantas consiguieran invadir la tierra firme. Las primeras que lo hicieron comenzaron a colonizar las orillas cenagosas hace más de 400 millones de años. Algunos tipos de plantas terrestres primitivas prosperaron durante cierto tiempo y luego se extinguieron. Otras perduraron: fueron las antepasadas de las plantas inferiores actuales, como los musgos y sus parientes las hepáticas. La evolución continuó y el siguiente gran avance se produjo hace unos 345 millones de años. De acuerdo con los fósiles hallados, fue entonces cuando comenzaron a aparecer los antepasados de las llamadas plantas superiores, organismos con células especializadas en la conducción de agua y que presentaban raíces, tallos y hojas. Entre los sobrevivientes de esta rama de la evolución se encuentran los licopodios, los equisetos y los helechos. Las primeras plantas productoras de verdaderas semillas aparecieron en escena hace unos 225 millones de años y dieron origen a las coníferas modernas ya otros grupos de plantas bastante oscuros. Pero el acontecimiento más revolucionario ocurrió hace sólo 135 millones de años, cuando aparecieron por primera vez las plantas con flores, que desde entonces han dominado en la tierra. En la actualidad son el grupo de plantas más numeroso del mundo; abarcan una asombrosa variedad de árboles, arbustos, matas, lianas, trepadoras y hierbas. Incluyen tanto plantas cultivadas como silvestres; entre ellas se encuentran todas las plantas que encontramos en nuestra vida cotidiana.