Los tres niños que murieron ayer junto a tres mujeres en un ataque aéreo a unos 70 kilómetros de Saná, la capital yemení, son una muestra de que, como en cualquier conflicto, no hay clemencia con los más pequeños. Según UNICEF, al menos 74 han fallecido desde el inicio de los enfrentamientos de un total de unas 560 víctimas mortales.
La Cruz Roja espera que dos aviones aterricen en Saná entre hoy y mañana con 48 toneladas de material médico y otras ayudas para afrontar una situación humanitaria que la organización califica de “desastrosa”. La portavoz Marie Claire Feghali explica que “los hospitales están pasándolo muy mal, son incapaces de hacerse cargo del gran número de heridos” y además “también están los cuerpos que permanecen en las calles, que las familias son incapaces de recoger y enterrar de forma adecuada”.
Los bombardeos aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudí se centran en las posiciones de los rebeldes hutíes en el norte del Yemen y en la capital, que está b