El gobierno de Kenia ha puesto precio a la captura del líder de la milicia al Shabab en la región somalí de Juba, Mohamed Kun, y admite que la mayoría de los autores del ataque son nacionales de origen somalí. Cinco han sido ya arrestados.
Los supervivientes del ataque en el que muerieron al menos 148 personas han sido trasladados al estadio nacional de Nyayo donde les esperaban muchos familiares desesperados por saber si sus seres queridos lograron escapar.
“Deseo encontrar a mis amigos y compartir este momento con ellos y sus familias”, comenta Lavenda Mutesi, una superviviente.
“He perdido a muchos amigos, comenta Lydia Mwende. Lo que pasó allí nunca podré olvidarlo y no nunca más volveré.”
El presidente de Kenia declaró, ayer, tres días de luto nacional. Muchos familiares no pueden oficializar ese duelo ya que hay muchos desaparecidos. Según algunos supervivientes, la cifra de muertos podría ser mayor que la anunciada de manera oficial.
