Sevilla: Finaliza la Madrugá con la entrada en sus templos de las dos Esperanzas

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Sevilla, 3 abril 2015 (CERES TV / EFE)

La Madrugá de la Semana Santa sevillana ha finalizado minutos antes de las tres de la tarde con la entrada en sus templos de las dos Esperanzas, la de Triana y la Macarena.

Han sido casi 15 horas, desde la medianoche en que comenzó a salir la Hermandad de la Macarena, en las que seis hermandades, con más de diez mil nazarenos, han protagonizado la noche más especial de la Semana Santa sevillana.

Miles de personas han llenado las calles de Sevilla en una noche, una madrugada y una mañana en la que solo se han producido dos pequeños incidentes: una alarma provocada por unos jóvenes que huían corriendo de una intervención policial en la plaza de la Encarnación, y un escape de gas en la calle Feria que ha causado que se modifique levemente el itinerario de vuelta de la Macarena.

Ese escape de gas ha provocado heridas leves a un operario que estaba arreglando una farola y que ha sufrido quemaduras en la cara y en los brazos a causa de un fogonazo.

Con las primeras luces del día han regresado a sus templos las hermandades más cercanas a la catedral: El Silencio, Jesús del Gran Poder y El Calvario.

Poco antes de las dos y media de la tarde ha entrado en el Santuario del Señor de la Salud la Virgen de las Angustias de la Hermandad de Los Gitanos, que lucía un manto donado por la recientemente fallecida duquesa de Alba, cuyas cenizas reposan en este templo.

Las dos últimas hermandades en volver a sus templos han sido las de las Esperanzas, la Macarena y la de Triana, cuyas estaciones de penitencia son las que tienen que recorrer un camino más largo en la Madrugá.

Minutos antes de las tres de la tarde, han entrado, prácticamente a la vez, la Macarena en su basílica del barrio del mismo nombre, y la Esperanza de Triana en la capilla de los Marineros de la calle Pureza.

La entrada de la Esperanza de Triana ha sido contemplada desde uno de los balcones de la hermandad por el ministro de Justicia, Rafael Catalá, que estaba acompañ