Hay una revolución en Yemen: el movimiento popular Ansarolá, quieren igualdad, justicia y democracia.
Anhelos que Arabia Saudí ve con malos ojos, por ello esta semana decidió atacar ese, su vecino país. Con 10 de sus aliados, bombardea desde el aire a Yemen para destruir posiciones de Ansarolá.
El expresidente de Yemen, Abdu Rabu Mansur Hadi, superado por la crisis y hasta hace unos días prófugo, reaparece con los saudíes porque quiere regresar.
El rey Saudí, Salman bin Abdelaziz Al Saud, dice que hará todo lo posible con sus ataques a Yemen, le pusieron a la operación: "tormenta decisiva".
Desde EE.UU. la voz es de apoyo. Es decir, lo contrario que en Ucrania, aquí el Tío Sam apoya al Gobierno, cuando no apoyó al Gobierno de Víctor Yanukóvich.
Rusia e Irán critican la invasión militar en Yemen. Mientras tanto, el movimiento Ansarolá resiste, se reagrupa y organiza.
Irán reitera su posición de paz y de no intervención ante las amenazantes declaraciones de Turquía responsabilizando a los iraníes de lo que pasa en Yemen.
Preguntas:
¿Arabia Saudí tiene permiso del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), para bombardear un país?
¿Por qué Europa no está tan a favor?
¿Quién en realidad quiere guerra en Oriente Medio?