En el aeropuerto de El Prat se guardó un minuto de silencio, al igual que en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, donde se reunieron cientos de personas.
Mientras, los familiares de las víctimas esperan más noticias acerca de lo ocurrido y que les trasladen a Francia.
En el instituto de Llinars del Vallès, donde dieciséis de los fallecidos en el accidente de avión habían hecho un intercambio estaban muy consternados.
El alcalde del municipio apunta que otros alumnos alemanes tendrían que irse pero que se irán en tren porque no quieren coger un avión, algo que le parece normal.
Los menores tenían entre quince y dieciséis años y habían pasado una semana en el instituto Giola de la localidad catalana.
El director del instituto de la localidad barcelonesa fue el que llamó a su colega del centro alemán para comunicarle la fatal noticia.
