La oficina francesa de Investigación y Análisis para la seguridad en la aviación civil (BEA), una de las más prestigiosas del mundo para este tipo de accidentes, ha pedido cautela a la hora de analizar lo ocurrido con el vuelo de Germanwings.
Por ahora los expertos descartan que el avión hubiera estallado antes de chocar con la superficie pero continúan sin descartar ninguna hipótesis, incluido un atentado terrorista.
El director de la BEA, Rémi Jouty, se ha remitido a los hallazgos que hay por ahora y asegura que se podían tardar semanas o meses en esclarecer los hechos. “Solo hemos logrado conseguir un archivo de audio que contiene sonidos y voces útiles. Aún no hemos llegado a una comprensión completa y estamos trabajando en ello”, ha dicho.
Minutos antes el presidente francés François Hollande había asegurado que se había encontrado la carcasa de la segunda caja negra, que contiene los datos técnicos del vuelo, pero no su valioso interior.