La idea del mini festival Priority, que sirvió de escenario para la reunión de ambas bandas, era novedosa: venta de comida por todos lados, cargadores para que la batería del celular no te juegue una mala pasada, un estrado para poderse tomar un megaselfie con los amigos... La estrategia funcionó. Cerca de cuatro mil personas se dieron cita en el lugar para ver el show.