Perú espera que Chile se comprometa de manera formal a poner fin a sus presuntos actos de espionaje.
Este es el motivo por el cual recientemente Perú ha retirado a su embajador en Chile, Fernando Rojas Samanez.
La causa concreta para tomar esta decisión es el supuesto espionaje en el que estarían involucrados varios suboficiales de la Marina de guerra de Perú, presuntamente contratados por la Armada chilena para conseguir información clasificada.
El canciller peruano, Gonzalo Gutiérrez, ha descartado que este problema tenga algo que ver con el litigio por los límites marítimos que mantuvieron ambos países hasta el pasado año la Corte Internacional de Justicia de la Haya.
El retorno del embajador peruano está supeditado a la respuesta del Gobierno chileno. Éste ya ha comunicado que entiende la decisión soberana adoptada por Perú y también ha adelantado que responderá de una manera oportuna a la nota enviada por Lima.
El canciller chileno Heraldo Muñoz ha aclarado que Chile no realiza, ni ampara, ni acepta acciones de espionaje en otros países ni tampoco en el suyo. También ha insistido en que el propósito estratégico es mantener el buen nivel de las relaciones.
