Los guardias fronterizos polacos detuvieron a un ciudadano francés que viajaba en tren con su esposa rusa escondida en una maleta. La pareja salió de Moscú con dirección a Niza.
El portavoz de los agentes migratorios asegura que la mujer hubiera podido entrar perfectamente en territorio europeo pero que ahora los dos se enfrentan a tres años de cárcel.