Ante el acuerdo pactado entre el gobierno de Colombia y las FARC-EP para la limpieza del territorio y descontaminación de minas terrestres y artefactos explosivos, organizaciones que promueven campañas en contra dichos artefactos consideran que este resolverá problemas concretos de ciudadanos de ese país que han limitado su vida por dicha situación. Para otros, este es el primer acuerdo para empezar a desescalar el conflicto armado y que ambas partes admitan su responsabilidad en este.