Aunque en el este de Ucrania ambos bandos se acusan de seguir violando el acuerdo de Minsk.
El presidente Petro Poroshenko ha confirmado que, desde que se firmó a principios del pasado mes, 64 soldados han muerto.
Los ataques han disminuido considerablemente pero ambas partes mantienen sus posiciones para disuadirse mutamente es lo que ocurre, por ejemplo, en las colinas de la localidad de Molochnoye a 70 kilómetros al noreste de Donetks. El Ejército ucraniano vigila los movimientos de los rebeldes que, a su vez, acusan a Kiev de violar el cese el fuego.
El presidente ucraniano ha dicho que ciertas condiciones del acuerdo son “inaceptables” y que la retirada de las tropas no puede hacerse de manera unilateral, para ello exige la expulsión de todos los mercenarios extranjeros. Aunque, no mencionó la llegada de 600 soldados estadounidenses de la 173 división aérotransportada.