El Diablo llegó a la Sultana con sed de agua bendita, y Rayados le aplicó un auténtico exorcismo en su jugador de la playera 10. Edwin Cardona destapó toda su clase ante los Diablos Rojos, y con un triplete de gran nivel le cobró la afrenta a unos escarlatas rudos y distraídos, que terminaron con dos expulsados en el partido.