La explosión de metano se cobró la vida de 33 mineros en Donetsk. Uno más ha sucumbido, este viernes, a sus heridas en el hospital. Otros tres operarios permanecen hospitalizados.
Al dolor por la pérdida de los seres queridos se suma la rabia de los allegados contra los dueños de la mina, por el incumplimiento de las normas de seguridad.
El hermano de una de las víctimas cuenta que éste sintió que algo iba mal dos semanas antes de morir. “Intuía que iba a pasar algo. Otros mineros comentaban entre ellos que si no se desgasificaba la mina morirían todos”, relata.
El accidente ocurrrió en la mina Zasiadko, una de explotaciones hulleras más importantes del este de Ucrania. Esta zona está controlada por los rebeldes prorrusos. Zasiadko tiene un largo historial de accidentes. El más grave se registró en 2007. Más de cien personas murieron entonces.
Una investigación penal trata de esclarecer las circunstancias del suceso.
