La actividad de Pablo de Sarasate como compositor escapa a la leyenda, puesto que hoy en día sus obras están a disposición de todos quienes lo deseen.
Por el grado de dificultad técnica de las piezas de su catálogo, se adivina que los elogios debieron de ser sinceros, ya que no habría compuesto lo que él mismo no se hubiera atrevido a tocar con propiedad y brillantez.
Una constante en sus obras es la presencia del folklore español, destacando las jotas navarras y zorcicos vascos como punto de partida y como principal elemento rítmico y melódico.
Entre sus obras más populares figuran la Fantasía sobre Carmen de Bizet, opus 25; los Aires gitanos, opus 20, y una serie de piezas con fuerte inspiración folclórica española, como la Malagueña n.º 1 opus 21, la Habanera n.º 2 opus 21, la Romanza andaluza opus 22, el Zapateado opus 23 y el Capricho vasco, opus 24 (Wikipedia)