La novia de Boris Nemtsov y única testigo de la muerte del opositor ruso ha hablado por primera vez desde el asesinato.
Anna Durytska ha asegurado en una entrevista con una televisión rusa que desde entonces está siendo retenida en el país contra su voluntad para ser interrogada por las autoridades rusas.
Presente junto a Nemtsov cuando fue abatido desde un coche en el centro de Moscú, no pudo ver gran cosa: Cuando me di la vuelta, tan sólo pude ver un coche claro, pero no pude ver ni la marca ni la matrícula”
Durytska, de nacionalidad ucraniana, explica además que al ser testigo, está siendo constantemente vigilada y no regresar a su país: “Ahora soy una testigo, pero ya he contado todo todo lo que sé y no entiendo porque estoy aún en Rusia. Quiero ir a ver a mi madre, que está enferma y atravesando un momento difícil psicológicamente”.
Ucrania ha enviado una queja oficial a Moscú, aunque las autoridades rusas defienden que las medidas tomadas son por su seguridad.