2014 ha sido catastrófico para las víctimas civiles de conflictos, según el informe anual presentado por Amnistía Internacional. En él se habla de miles de muertos y cincuenta millones de desplazados. Probablemente, la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial, ha afirmado el secretario general de la ONG.
La organización denuncia la inoperancia y la “escandalosa” falta de respuesta por parte de Naciones Unidas. “Fulmina” a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad por abusar de su derecho de veto en beneficio de sus propios intereses geoestratégicos. Les pide renunciar a este privilegio en casos de genocidio y crímenes de guerra o contra la Humanidad.
El documento pasa revista a 160 países. Describe la violencia e intimidación ejercida en 35 de ellos por grupos armados, como Estado Islámico o Boko Haram. También acusa a los Estados. Por ejemplo, a Israel y su operación “Margen Protector”, en la que murieron más de dosmil gazatíes, 1500 de ellos civiles, 539 niños.