Sin embargo, ha chocado contra Catar, el único de los Estados que se opone a la intervención y que respalda al Gobierno paralelo islamista de Trípoli.
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, ha dicho que volverá a atacar si amenazan la seguridad de los suyos:
“Es importante que sepan que nosotros no atacamos a nadie, el Ejército egipcio nunca ha sido agresor o invasor para tomar las tierras de otros independientemente de su fuerza. Su función es la de proteger a Egipto y a su gente”.
El presidente egipcio pidió una reunión de urgencia al Consejo de Seguridad de la ONU para solicitar una intervención militar en Libia, y poder luchar contra los yihadistas del Estado Islámico. Una propuesta que parece no va a prosperar.
Por su parte, el ministro de Exteriores libio, Mohamed al Dairi, pidió a la ONU que levante el embargo de armas que mantiene desde las revueltas de 2011 para que su Ejército pueda combatir el terrorismo.
“La ayuda sería posible con un levantamiento del embar