La Corona Imperial del Sacro Imperio Romano Germánico (alemán: Reichskrone des Heiligen Römischen Reiches) es la corona que utilizaron los "Reyes de Romanos", título empleado por los sucesores electos del emperador del Sacro Imperio (no todos los que se la ciñeron volvieron a utilizarla para ser coronados emperadores). Probablemente esta corona fue realizada en algún lugar del oeste de Alemania a finales del siglo X, durante el reinado del emperador Otón I, con algunos añadidos posteriores de la época de Conrado II o de Conrado III. La primera fuente conservada en la que se menciona la Corona del Sacro Imperio se remonta al siglo XII; en ella se la considera la corona original, afirmación que parece muy probable.
La corona imperial es la más importante de las Insignias Imperiales (Reichskleinodien), que incluyen la Cruz Imperial (Reichskreuz), la Espada Imperial (Reichsschwert) y la Lanza Sagrada (Heilige Lanze). Durante la ceremonia de coronación era entregada al nuevo monarca junto con el cetro (Zepter) y el Orbe Imperial (Reichsapfel) y éste sólo podía utilizarlos en dicha ceremonia. La corona imperial y el resto de las insignias del Sacro Imperio Romano Germánico estuvieron custodiadas desde el año 1424 hasta 1796 en Núremberg, ciudad situada en el antiguo Ducado de Franconia que fue el centro y origen del Estado franco en tierras germanas.