La diferencia entre canto y reclamo es de alguna manera arbitraria. Los cantos son más largos y complejos y están asociados al cortejo y apareamiento, mientras los reclamos tienden a prestar función de alarma o para mantener junta a la bandada y en comunicación.1 Otras autoridades como Howell y Webb (1995) hacen la distinción en base a su función, de esta forma, vocalizaciones cortas como las de las palomas e incluso, sonidos no vocales como el "tamborileo" de los pájaros carpinteros o el balido de las alas de la agachadiza en sus vuelos de exhibición son considerados cantos.2 Sin embargo, otros autores enfatizan que el canto debe poseer diversidad silábica y regularidad temporal semejante a los patrones repetitivos y transformativos que definen la música