Pocas horas después del encuentro el míércoles entre Mario Draghi y el ministro de Finanzas griego, Varufakis, el Presidente del Banco Central Europeo anunció una medida que, de facto, conduce a Atenas a renegociar un nuevo acuerdo de financiación para prorrogar el rescate.
El BCE deja de aceptar los bonos emitidos por Grecia en sus operaciones de refinanciación, es decir: corta el crédito a sus bancos.
Aunque, las entidades helenas todavía podrán acceder a la liquidez a través del Banco de Grecia con restricciones.
El movimiento del eurobanco básicamente obliga a Atenas a buscar un nuevo acuerdo con Bruselas y el BCE. Hoy Varufakis visita Alemania, principal crítico al plan alternativo del Gobierno de Syriza sobre la deuda.