Un tribunal egipcio ha confirmado la condena a muerte de los acusados de haber asesinado al menos a 13 policías en agosto de 2013, en el asalto a la comisaría de Kerdasa, próxima a El Cairo. Los islamistas respondían así al desalojo de las acampadas de protesta que siguieron al derrocamiento del presidente Mohamed Mursi.
El ex jefe de Estado será juzgado el 15 de febrero por espionaje en beneficio de Catar. Se trata del cuarto juicio que afronta Mursi, quien se enfrenta a la pena de muerte en los otros procesos en curso.
Miles de simpatizantes de los Hermanos Musulmanes, declarado grupo terrorista, han sido condenados en juicios masivos, criticados por organizaciones internacionales pro derechos humanos.
