Minas, talas ilegales, turismo descontrolado y nuevas construcciones. Estos son algunos de los factores que amenazan desde hace años el lago de agua dulce más grande del mundo. El Lago Baikal se encuentra a unos 9.000 kilómetros al este de Moscú. Su nivel de agua ha alcanzado el punto más bajo en 60 años. Algunos científicos aseguran que no hay razón para preocuparse, otros, sin embargo, ven signos alarmantes.
“Sabemos que esto se debe a un factor natural, explica Marina Rikhvanova, ambientalista. Su nivel de agua ha descendido porque ha habido menos agua entrando en el lago que en años anteriores y los científicos no se lo esperaban. Otro factor ha sido la cantidad de agua enviada a la estación hidroeléctrica de Irkutsk que ha sido superior ya que esperaban que Baikal tuviese más agua”.
El nivel de agua ha descendido hasta 40 centímetros en relación al año anterior. Según los expertos, los veranos calientes y secos y las talas en los bosques cercanos podrían haber contribuído a es
