Quien haya tocado música en una orquesta conoce este fenómeno: el impulso de sus acciones parece que no viene sólo de su cerebro, sino parece que está controlado por la coordinación cerebral del grupo. Y de hecho, redes intracerebrales emergen cuando se hace música juntos –se ha demostrado esto por científicos del Instituto Max Planck para Desarrollo Humano en Berlín. Ahora han ido un paso más adelante, examinando la actividad cerebral de varios pares de guitarristas tocando música juntos con en dos partes diferentes. Su meta es encontrar si la sincronización de las ondas cerebrales ocurre aun cuando los dos guitarristas no están tocando exactamente las mismas notas. Si es así, esto sería inconsistente con la suposición de que similitudes en la actividad cerebral entre dos guitarristas se debe por completo a la percepción del mismo estímulo o cuando tocan los mismos movimientos. En su lugar, sugeriría algo más grandioso: que los dos cerebros se sincronizan.
