La inflación en el Reino Unido baja al 0,5 por ciento y se sitúa en su menor nivel desde hace casi quince años. El fuerte descenso de los precios de la energía hizo caer la inflación en el país del uno por ciento en noviembre a solo cinco décimas en diciembre. A pesar del riesgo de deflación como en la eurozona, estas cifras ofrecen por el momento un respiro a los consumidores que han tenido que afrontar en los últimos años un estancamiento en sus salarios.
Por otra parte, también permite al Banco de Inglaterra quitarse por el instante la presión de encima sobre cuándo empezará a subir su tipo de interés actualmente en el 0,5 por ciento. Los economistas creen que no lo hará hasta principios de 2016.