La sede de la revista satírica ‘Charlie Hebdo’, en París, se ha convertido en lugar de peregrinaje.
Centenares de personas acuden a rendir homenaje a las víctimas del atentado del miércoles, mostrar su rechazo contra el terror y la barbarie y su apoyo a la libertad de prensa y la libertad de expresión.
“He venido, primero, porque soy vecino, y después porque estos periodistas, estos dibujantes, representaban para mí, que tengo 66 años, la generación de Mayo del 68. Aportaron un espíritu de libertad, de impertinencia, y, de alguna manera, su muerte supone el asesinato de ese espíritu. Es extremadamente simbólico, desde un punto de vista francés y para la gente de mi generación”, ha dicho un vecino.
“No tienen nada que ver con la religión musulmana. Son unos bárbaros, y creo que han vuelto”, ha declarado una mujer musulmana.
“No se puede matar a personas que dibujan, que dan su opinión, sea cual sea. Es terrible”, ha señalado, emocionado, otro parisino.
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