La reforma laboral juvenil de Ollanta Humala ha desatado una auténtica oleada de protestas en Perú y parece que no cesarán hasta que se consiga la derogatoria de dicha norma.
El nuevo texto legal restringe los derechos para los trabajadores de entre 18 y 24 años. Pero, sin embargo, el Gobierno se justifica argumentando que su objetivo es facilitar la contratación formal de jóvenes y reducir el desempleo juvenil.
Analizándola detenidamente se pueden ver puntos que parecen estar muy lejos de esa pretensión del Humala. El texto contempla el pago de un sueldo mínimo de 256 dólares al mes por jornadas de 8 horas diarias. Además en lugar de 30 días de vacaciones tendrán tan solo 15.
La ley también prevé la afiliación al seguro social de salud (pagado por el Estado) y una reparación por despido injustificado. En cambio, no contempla el pago de la compensación por tiempo de servicios, las gratificaciones anuales, el seguro de vida ni la bonificación por cargas familiares.
INVITADOS:
Andrés Robles Chacón, economista y miembro Mov. Tierra y Libertad
Julissa Jáuregui, politóloga peruana y activista social
