"Conoce a tu enemigo, como a ti mismo; subestima al mismo y verás caer tus armas frente a tus ojos". Adagio popular.
Se dedican a cometer todo tipo de atrocidades; son imágenes recurrentes en las pesadillas de sus víctimas y en las pantallas mediáticas. Son los terroristas takfiríes del EIIL (Daesh, en árabe), el falsamente autodenominado “Estado Islámico de Irak y del Levante”.
Poco imaginan del futuro los ingenuos ciudadanos de las principales capitales del mundo, mientras transcurren las celebraciones de Año Nuevo. Una facción de individuos espera en las sombras ¿Dónde darán el próximo golpe? ¿Contra quién?
En 1999 un grupo denominado Yamaat al-Tawhid wal-Yihad operaciones en Irak. En 2004 la columna juró alianza a Al-Qaeda. Con el escenario de Irak en primer año de ocupación estadounidense, existía un mercado de oportunidades para insurrecciones generalizadas contra las fuerzas invasoras.
La incorporación de una numerosa cédula de combatientes pasaba a ser el caballo de Troya de Al-Qaeda en ciudades como Mosul, Tikrit, Ramadi y eventualmente, Bagdad. Era sólo el principio de una conquista a fuego y sangre: en cuestión de una década, Daesh pasó de ser un grupúsculo de radicalizados, con un trasfondo de criminalidad o permanencia en custodia estadounidense, a ser sinónimo de terrorismo tecnócrata.
Justamente la cuestión de aquel vínculo con agentes estadounidenses es uno de los elementos más curiosos de este historial.
Hoy por hoy, EIIL controla enormes extensiones en Irak y Siria. El conflicto en este último país, contribuyó al crecimiento exponencial de este califato al revés, y participantes como Arabia Saudí, régimen de Israel, Estados Unidos, Catar y Turquía parecen tener alguna responsabilidad en cómo se parte la torta del Oriente Medio y por ende, en la existencia de Daesh. Con decenas de miles de combatientes y mercenarios procedentes de por lo menos 80 países, los takfiríes de Daesh ya no son sólo una mala copia del extremismo.
De acuerdo a los postulados editoriales de CNN y Fox News, el takfirí lucha por una ideología extrema, pero tal análisis colorido y simplista, apenas logra revelar la superficie del imaginario. A la vez, millones de dólares diarios ingresan en las arcas de EIIL, de las industrias del secuestro, el tráfico humano, el contrabando de petróleo y el saqueo. Daesh el enemigo de la humanidad, hoy en 'Detrás de la Razón'.
