Shangái comienza el año recordando a las 36 víctimas mortales de la avalancha humana de Nochevieja. Muchos se han acercado a honrar a losmuertos a esta plaza cerca del río, donde una multitud esperaba la llegada del Año Nuevo pocas horas antes, cuando se produjo la avalancha. Otras 47 personas están heridas, una docena de ellas, graves.
Algunos testigos dicen que la avalancha se desató por culpa de unos panfletos con la imagen de un billete de 100 dólares. Otro culpan a la policía.
“No había suficiente policía, no estaba bien planeado. Es muy triste ver una estampida en una gran ciudad como Shanghái. Espero que no se repita la tragedia en el futuro”, sentencia Tang Lifeng, vecino de la ciudad.
En una muestra de criticismo poco habitual, la agencia oficial china, Xinhua, ha criticado la gestión de las autoridades. Las avalanchas no son extraordinarias en el país más poblado del mundo. El presidente Xi jinping ha llamado a evitar más tragedias similares.