El Likud, partido del primer ministro saliente de Israel, Benjamin Netanyahu, ha llamado a las urnas a sus militantes para determinar su lista para las elecciones anticipadas del 17 de marzo, en las que parte como favorito.
Netanyahu repetirá con seguridad como líder pero queda por ver la configuración del resto de candidatos de la formación, que se ha ido radicalizando paulatinamente en los últimos años. La presión del ala más dura del partido es cada vez mayor, lo que puede ahuyentar a votantes más moderados.
“Quiero recordar que el Likud es casi el único partido que celebra elecciones democráticas. Lo importante es crear un gran Likud unido para enfrentarse a toda la izquierda y liderar con seguridad el estado de Israel”, declaró tras votar Netanyahu.
Además, Aryeh Deri, líder del Partido de los Shas, la mayor formación ultraordoxa judía del país, ha presentado su dimisión. El partido, actualmente en la oposición, sufre un nuevo golpe tras verse sumido en luchas internas desde la muerte de su fundador en octubre de 2013.