Fue una protesta solo de las familias, que no superó el centenar de personas, y previa a la marcha nacional que tendrá lugar este viernes en la capital mexicana. Reclaman justicia y piden que les devuelvan a sus hijos.
Han pasado tres meses desde la desaparición de los jóvenes, pero los padres no pierden la esperanza de encontrarlos con vida. Esta será su primera Navidad sin ellos.
“Dijimos en varias ocasiones que no íbamos a descansar hasta encontrarlos, porque la Navidad para nosotros no existe hoy, porque nos hace falta un miembro importante de cada una de las familias. Ahora no podemos decir “feliz Navidad” o “feliz Nochebuena”, porque no hay felicidad en nuestros corazones. Todo lo contrario, hay dolor y llanto dentro de nosotros”, dijo el portavoz de los padres, Felipe de la Cruz.
Las investigaciones apuntan a que el cártel de Guerreros Unidos mató e incineró a los jóvenes en un basurero cercano a Iguala.
Los padres no aceptan esta versión a pesar de que un laboratorio identificó a principios de diciembre los restos óseos de uno de los estudiantes, Alexander Mora.