El equivalente a un millon seiscientos mil euros se cayeron de un furgon blindado y quedaron dispersado por la calle Gloucester, en el centro de Hong Kong.
Los automiivilstas pararon sus coches, paralizaron el tráfico y se lanzaron sobre el dinero.
El conductor del furgón llegó a su destino con la puerta trasera abierta sin haberse dado cuenta de la alegría navideña que sembró.