Cientos de estadounidenses de origen cubano han protestado porque consideran que el presidente de Estados Unidos le está haciendo un regalo a Raúl Castro. Parte de la comunidad cubana en el exilio cree que se trata de una concesión unilateral.
El anuncio esta semana de un proceso para normalizar las relaciones
diplomáticas entre ambos países, rotas desde 1961, abre nuevas
posibilidades para la isla caribeña, aunque Raúl Castro dejó claro que no se trata de un cambio ideológico y “que nadie debe pensar que el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba significa que deban renunciar a las ideas por las que han luchado durante un siglo.”
