Los dos agentes del Departamento de Policía de la ciudad estadounidense se encontraban en el interior de su coche patrulla en el distrito de Brooklyn cuando el agresor se acercó al vehículo y les disparó en la cabeza.
Tras abrir fuego, el autor de los hechos, un hombre negro de 28 años con numerosos antecedentes, huyó a pie hacia una parada de metro y se suicidó al estar rodeado de agentes.
Según fuentes policiales, el agresor viajó de Baltimore a Nueva York con la intención de matar policías.
“Cuando un agente de policía es asesinado, se resquebrajan los cimientos de nuestra sociedad. Es un ataque contra todos nosotros. Es un ataque contra todo lo que apreciamos. Dependemos de nuestra Policía para protegernos del crimen y del mal”, decía el alcalde de Nueva York, Bill De Blasio.
Según las autoridades, el agresor había disparado a su exnovia en Baltimore antes de atacar a los agentes.
El homicida había escrito en las redes sociales su intención de vengar la muerte de Eric Garner. Un caso que ha despertado mucha polémica en las últimas semanas y reabierto el debate racial en Estados Unidos.