Récord de peregrinos chiíes en Kerbala en un momento complicado para esta minoría religiosa.
A pesar de la amenaza constante del grupo salafista Estado Islámico, el chiísmo ha decidido conmemorar masivamente su fiesta, el Arbain, en la ciudad iraquí dónde murió su tercer imam, Hussein, nieto de Mahoma.
“Creemos que el éxito de esta peregrinación es otro capítulo de victorias de nuestras fuerzas armadas y de los voluntarios que luchan contra el grupo Estado Islámico”, decía el gobernador de la provincia, Akeel al Turaihi.
Durante los cuatro días de peregrinación, unos veinte millones de chiíes llegados de todo el mundo han visitado la ciudad iraquí, el tercer lugar santo para una religión considerada por los yihadistas como herética.
El grupo Estado Islámico quiere acabar con el chiismo y en los últimos días ha atacado a los peregrinos con varios artefactos explosivos, aunque no se han lamentado víctimas mortales.
Las autoridades locales han reforzado la seguridad en una zona que está situada a unos 100 kilómetros de Bagdad y que los yihadistas intentan controlar.
