A raíz del veto de la UE y Estados Unidos a Rusia, América Latina ha pasado a ser el proveedor de alimentos a Rusia con la importación de productos cárnicos, productos no perecederos, así como frutas y verduras. Ante este cambio en la economía, dicho mercado podría compartir la región con países como Israel, Turquía o la región de África del Norte. teleSUR