La manifestación más masiva fue la de la localidad natal del ciudadano negro que murió estrangulado por un policía en julio, Nueva York. Los manifestantes, que se congregaron en Foley Square y se dispersaron por Manhattan llegando a cortar el puente de Brooklyn, mostraron su enfado por la decisión judicial de no acusar formalmente al policía que mató a Eric Garner durante su detención.
“Se trata de un oficial de policía que fue enviado para hacer un trabajo difícil. Cuando inmovilizó a esta persona en el suelo dijo: ‘no podemos respirar’ pero los policías y los equipos médicos de urgencias hicieron lo que tenían que hacer. Si estás hablando es que puedes respirar. Lamentablemente murió por varias causas y como muestra el gran jurado y el análisis médico no fue el estrangulamiento lo que mató a esta persona”, decía el jefe del principal sindicato policial de la ciudad, Patrick Lynch.
La indignación del colectivo afroamericano tras la muerte a manos de la Policía de varios de sus miembros ha reabierto el debate racial en Estados Unidos. El alcalde de Nueva York ha dicho que comprende a los manifestantes y que tomará medidas para que este tipo de incidentes no vuelvan a ocurrir.
La fiscal general Loretta E. Lynch será la encargada de llevar a cabo la investigación federal para determinar si se violaron los derechos civiles de Garner.