Decenas de miles de griegos dicen “no” a las políticas de austeridad. La segunda huelga general del año ha paralizado Grecia. En Atenas, los transportes aéreo, marítimo y ferroviario no han circulado en respuesta a la convocatoria de los sindicatos públicos y privados. Los funcionarios se han sumado al paro de 24 horas.
“Los griegos no pueden más. Las negociaciones con la troika tendrían que acabar ahora mismo”, opina un hombre.
“Estoy muy triste con lo que está pasando en mi país. Los griegos deberían poder levantarse”, señala una mujer.
Esta huelga se produce en medio de conversaciones cruciales. El Gobierno griego negocia con la troika de acreedores el cierre del programa de ayuda internacional.
El líder de Syriza, el principal partido de la oposición, afirma que “hoy podemos confirmar que la estrategia del ‘estudiante bueno y obediente’ que el Gobierno de Samaras ha seguido durante los últimos dos años y medio nos ha llevado a una situación mucho peor de la que estábamos en 2012”.
La troika presiona al Ejecutivo para que lleve a cabo nuevos recortes que equilibren el presupuesto de 2015.
Stamatis Giannisis es el corresponsal de euronews en Atenas. “Aunque hay signos de crecimiento en la economía griega, la mayoría de la clase trabajadora apenas ve diferencias. Sus salarios siguen bajando mientras que el paro sigue aumentando. Como resultado, el movimiento antiausteridad continúa ganando terreno en el país”, dice.