Una falta de acuerdo se dibuja en el sí de la OPEP para reducir la producción de petróleo, antes de la reunión de este jueves en Viena. Países como Irán, Irak o Venezuela son partidarios de esta reducción para que, paralelamente, suban los precios y así puedan recuperar parte de los ingresos perdidos en los últimos meses. Pero el principal productor, Arabia Saudí, se niega a ello en una guerra ya declarada de cuotas de mercado.
“Hay muchas dinámicas que dejan obsoletos algunos objetivos de producción de la OPEP”, explica el jefe de estrategia de mercados de Russell Investments, Stephen Wood. “Existe una significativa desacelaración en China, confirmada con el recorte de los tipos de interés. Existe una desaceleración tanto en Japón como en Europa. Existen muchos factores globales de demanda que pueden ser más importantes que el aumento o no del precio de la OPEP”.
El precio del crudo ha caído un treinta por ciento desde primavera. El barril de Brent se paga por debajo de los ochenta dólares y este miércoles descendía a 77. El de Texas, se haya en torno a los 73 dólares. Arabia Saudí estaría dispuesto a aguantar una bajada hasta los setenta dólares, en una guerra de precios donde Rusia incluso aceptaría que descendieran a sesenta para perjudicar la producción estadounidense.