Son tres sacerdotes y un seglar, profesor de religión. Entre los detenidos se encuentra el impulsor del colectivo conocido como Los Romanones. Los implicados pueden ser más de una decena, según se desprende de las acusaciones hechas por el joven que destapó el escándalo durante el verano.
El antiguo monaguillo de 24 años escribió al propio Papa una carta durante el verano en la que le contó los abusos que sufrió cuando era menor. Francisco aceleró la investigación y llamó personalmente al joven por teléfono para pedirle perdón en nombre de la Iglesia. La víctima denunció entonces los hechos a la Policía.