Las autoridades kenianas han reforzado las medidas de seguridad en la norteña ciudad de Mandera tras el sangriento atentado del sábado.
Los viajeros son filtrados en las estaciones de autobús y Nairobi anuncia una vigilancia aérea de la zona en breve.
El sábado un comando del grupo islamista somalí Al Shebab mató allí a 28 personas. Se cree que un centenar de milicianos pararon el autocar que venía de la capital, y en la emboscada hicieron bajar a los viajeros para asesinarlos a sangre fría.
El Gobierno keniano asegura haber lanzado una operación de represalia en territorio somalí contra Al Shebab en las últimas horas y haber matado a decenas de combatientes, pero esta información no ha podido ser confirmada de manera independiente.
Los ataques de Al Shebab en Kenia- sobre todo en el norte y centro del país- son frecuentes desde que en 2011 el Gobierno de Nairobi envió tropas a la frontera y las posicionó en territorio somalí.